Lo que pretendemos es naturalizar y visibilizar esta enfermedad crónica neurológica. Se calcula que entre 50 y 65 millones de personas tienen dicha condición, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes.

Se estima que el 70% de las personas con epilepsia podrían vivir sin crisis si se diagnosticaran y trataran adecuadamente. Tres cuartas partes de las personas que viven en países de ingresos bajos no reciben el tratamiento que necesitan.

El riesgo de muerte prematura en personas con epilepsia es hasta tres veces mayor que en la población general

En muchos lugares del mundo, los pacientes y sus familias pueden ser víctimas de la estigmatización y la discriminación.

Las crisis se deben a descargas eléctricas excesivas de grupos de células cerebrales que pueden producirse en diferentes partes del cerebro. Las crisis pueden ir desde episodios muy breves de ausencia o de contracciones musculares hasta convulsiones prolongadas y graves. Su frecuencia también puede variar desde menos de una al año hasta varias al día. La epilepsia no es contagiosa.

Si jo puc, tu també #epilep