Mi epilepsia empezó a los 8 años debido al síndrome de Reye, que es presión sanguínea intracraneal. Por él, entré en coma. A mi familia le dijeron que me podía morir o quedar paralítico, por suerte no fue así. Me pusieron una válvula en la cabeza y tuve que hacer rehabilitación desde cero: andar, ejercicios corporales, leer, escribir, etc.
A los 12 años tuve mi primera crisis convulsiva y fui al neurólogo. Me hicieron pruebas hasta que dieron con la medicación adecuada. Hoy en día casi no tengo crisis gracias a la medicación.
Cuando me recuperé me costaba entender algunas cosas, sufrí bullying y tuve que cambiar de colegio. Desde entonces he ido al psicólogo y al psiquiatra. Aun me cuesta expresarme al hablar.
He tenido limitaciones a la hora de trabajar realizando trabajos en cosas peligrosas para mí al tener epilepsia. Gracias a mi madre, tramitamos la minusvalía. Fue certificada como minusvalía total permanente por lo que ahora soy pensionista.
Actualmente me dedico a visibilizar la epilepsia en las redes y cuando puedo, colaboro con asociaciones.

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