De todos es sabido que hacer ejercicio físico es bueno. ¿Y para los que tenemos epilepsia? También. La epilepsia es una enfermedad que no incapacita para hacer deporte. Tanto el ejercicio físico como el intelectual reducen la posibilidad de sufrir una crisis, por eso los epilépticos debemos animarnos para hacer deporte. Hay estudios que demuestran el beneficio de la práctica regular en los pacientes epilépticos.
Al igual que hay diferentes tipos de crisis epilépticas, hay variaciones entre un enfermo y otro, por eso es conveniente estudiar qué tipo de ejercicio es adecuado para cada persona. También se debería consultar al médico para que nos dé su opinión.
Es importante saber que si aparece una crisis mientras se realiza un deporte, no es debido a la actividad que está realizando ya que las crisis aparecen sin motivo aparente.
Si tomamos medidas adecuadas (por ejemplo no ir solos) podemos hacer diferentes modalidades de deporte: running, gimnasia, danza, tenis, pádel, baloncesto, hockey, fútbol y tenis de mesa. Los expertos también señalan que los deportes acuáticos, como la natación, son considerados seguros si las crisis están controladas y la persona está en todo momento acompañada por alguien que la supervise de manera directa.
El director del Instituto de Neurología Buenos Aires, el neurólogo Alejandro Andersson, recomienda el ejercicio físico porque conlleva múltiples beneficios psicológicos, disminuyendo el estrés, mejorando la autoestima y la depresión. Y además por el hecho de que la práctica deportiva tiene una dimensión social muy amplia, ya que cuenta, entre sus cualidades más constructivas, su capacidad de integración.
Si jo puc, tu també #epilep

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