Aunque beber de vez en cuando un poco de alcohol puede ser una experiencia placentera y ayuda en ciertos momentos para socializar, si abusamos no es bueno para la salud. Además si tenemos epilepsia debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  1. Los fármacos antiepilépticos pueden hacer que seamos más sensibles y podemos hacer que los efectos del alcohol sean más exagerados. Por lo tanto pueden emborracharse mucho más rápido. Depende de los fármacos que se toman puede que el alcohol inhiba sus efectos y se queden desprotegidos. Siempre consultar al neurólogo si podemos consumir o no.
  2. Si para poder consumir alcohol nos planteamos no tomar la medicación, se debe quitar de la cabeza. Esto no lo podemos hacer de ninguna manera.
  3. Consumir una gran cantidad de alcohol puede causar crisis debido a su efecto neurotóxico.
  4. Nos altera las horas de sueño, que es uno de los desencadenantes más comunes para tener crisis.
  5. En algunos fármacos puede potenciar un efecto sedante

En resumen debemos tener en cuenta y ser prudentes en la ingesta de alcohol ya que puede hacer que las crisis sean más repetidas. También que los efectos de las medicaciones sean alterados y los secundarios exagerados. Como los efectos son más malos que buenos, muchas personas con epilepsia deciden no beber.

De hecho lo que se debe hacer es hablar con el médico para ver si la medicación permite el consumo o no de alcohol, aunque sabemos que un gran consumo es malo para todos.

Si jo puc, tu també #epilep