Hay estudios desde 1920 que demuestran que una buena alimentación ayuda en el control de las crisis epilépticas. Estos estudios se basaban en la dieta cetogénica. Recientemente se ha visto que no hace falta ser tan estricto para ver ciertos cambios. Una alimentación baja en índice glucémico (azúcares) mejora el control de las convulsiones. Ésta, a diferencia de la cetogénica, no hace falta control médico y pueden ser utilizadas por cualquiera que desee mejorar su salud. Para que influya sobre la epilepsia no es de un día para otro, puede tomar varios días o semanas.

Cómo en todos los cambios de alimentación no se puede realizar de golpe. Tendremos que cambiar los hábitos uno a uno y despacio. Los estudios dicen que se tardan 21 días seguidos para hacer un cambio de hábito.

Lo primero que tendríamos que hacer es eliminar los azúcares simples con alto índice glucémico (los que nuestro cuerpo los absorbe rápidamente). Al cabo de unas semanas comprobaran que su cuerpo ya no se los pide.

¿Cuáles son estos alimentos?

  • Endulzantes: Azúcar, siropes de agave, etc.
  • Bebidas: Zumos de fruta, bebidas deportivas, gaseosas, etc.
  • Dulces: Pasteles, bollería, caramelos, galletas, etc.
  • Alimentos procesados: Cereales endulzados, patatas fritas, comida preparada, etc.
  • Frutas: Frutos secos, frutas dulces.

El siguiente paso sería comer una dieta lo más natural e integral posible. A integral nos referimos a utilizar alimentos poco o sin procesar.

Un alimento sin procesar y natural tiene mayor contenido de nutrientes por lo tanto nos alimenta mejor.

Para hacer una buena dieta tenemos que hidratarnos bien tomando agua o infusiones. Una proteína de buena calidad con carbohidratos como las leguminosas, los cereales integrales, una buena cantidad de verduras que nos aportan las vitaminas y un poco de aceite de oliva primera prensada en frio. Un buen tentempié para media mañana o tarde sería unos frutos secos (nueces) o semillas (de girasol, de calabaza, chía, etc.).

Otros alimentos recomendados son los lácteos fermentados (como los quesos, yogures y kéfir) y las grasas buenas como el aguacate.

Un esquema alimentario rico en grasas y bajo en hidratos de carbono busca que el organismo obtenga su energía a través de las grasas y no de la glucosa.

Como podréis ver es una dieta apta para todo el mundo que se quiera cuidar un poco. Un punto muy importante es que nuestra dieta la tiene que controlar un profesional de la salud.

Si jo puc, tu també #epilep